Una llamativa invitación a explorar el ecosistema antártico de nuestro país y los efectos del cambio climático, pero con un gameplay de exploración y plataformas servicial, que quizás podría ser más estimulante para sus jugadores.
Desarrollador | XR-LABS |
Fecha de lanzamiento | 2024 |
Género | Mundo abierto/Educativo |
¿Chileno? | Si |
Plataforma | PC |
¿Dónde descargarlo? | Página oficial de Metaverso Antártico |
Extra | Dedicado a la investigación científica |
En un mercado gamer lleno de interminables lanzamientos de shooters, juegos competitivos e hiperrealismo, siempre es un ejercicio refrescante y casi nostálgico volver a los juegos de diseño más simple, que prioricen exploración y el movimiento entre plataformas. El día de hoy hablamos de una entrega que hace todo esto y que, además, nos permite visitar nuestra querida Antártica chilena, estudiar sus especies nativas y promover cuidado del medioambiente. Esto es Metaverso Antártico.
Este particular videojuego gratuito fue desarrollado por los laboratorios de realidad extendida, videojuegos y tecnologías emergentes de la Universidad de Chile, más conocidos como los “XR-Labs”. Tal como se explica en el sitio oficial de Metaverso Antártico, el título tiene como propósito la “divulgación científica”, de manera que, a través de la exploración de un mundo abierto, situado en la zona de la Antártica de nuestro país, el o la jugadora puede “construir sus propias reflexiones sobre la naturaleza, la ecología y el respeto por todos los seres vivos en tiempos de cambio climático”.
El videojuego está ambientado en el año 2035. Un futuro no muy distante en el que vivimos las consecuencias del cambio climático, con las especies del continente blanco enfrentando su inminente extinción por las alteraciones en su ecosistema. Para combatir esta catástrofe, como protagonistas de esta aventura tendremos que recorrer siete ecosistemas antárticos, donde recopilaremos información sobre sus animales nativos, analizaremos bitácoras y reuniremos toda la información posible para depositarla en la Base Internacional de Metaverso Antártico, lo que contribuirá en la investigación científica de la zona.
Primeras impresiones

Comenzamos nuestra aventura a bordo de un avión pronto a llegar a la isla Molinari, una locación ficticia ubicada en la Región de Magallanes, donde se encuentra nuestra principal base de operaciones para esta investigación. Una vez en el lugar, recibimos instrucciones de Karina, la investigadora, quien nos acompañará durante nuestra expedición.
Juegas como un científico-explorador, del cual puedes seleccionar su género y modificar levemente su apariencia al inicio del juego. Un detalle que se aprecia para darle más personalidad a esta experiencia, pero que, en opinión de este humilde jugador, debería incluir la función de ponerle un nombre a este personaje. Así, de verdad uno sentiría que está escribiendo su propia historia en el metaverso.
La presentación del juego es bastante servicial para lo que busca. El mundo, los personajes y especies fueron diseñados en Unity, con simples modelos que funcionan bien en la propuesta. La música de exploración es algo repetitiva, pero sorprendentemente agradable y relajante. Soy de las personas que puede descartar un soundtrack muy fácilmente, pero Metaverso Antártico mantiene una vibra serena y con un buen ritmo.
Entonces, estamos listos para comenzar. Mientras damos nuestros primeros pasos en la base, Karina nos entrega nuestro objetivo general para esta aventura: registrar todo lo que veamos para depositarlo en la base de datos de Metaverso Antártico. Esto incluye tomar muestras de plantas, hacer bitácoras de animales y también hacerse cargo de los residuos humanos esparcidos por el mapa. Todo esto mientras recibimos información sobre los detrimentos producidos por el cambio climático en el área.
Metaverso Antártico: Gameplay

Tras recibir las indicaciones iniciales podemos comenzar el juego propiamente tal. Como mencioné antes, esta experiencia tiene una simple jugabilidad que combina elementos de exploración, de los mundo abiertos y las plataformas, que perfectamente te dejan recorrer estos 7 ecosistemas en el continente helado en los que se ambienta la campaña.
En tu recorrido, que comienza en la base de operaciones de Metaverso Antártico, probarás brevemente los controles de salto y movimiento de tu personaje con algunas plataformas en altitud, a las que puede complicarse un poco llegar con las físicas del salto, las que hacen sentir a nuestro sufrido científico demasiado ligero al despegarse del suelo, de manera similar a las “levitaciones” realizadas por los peleadores en “Virtua Fighter” para la Sega 32X. A lo anterior, se le suma que el hielo, con sus físicas resbaladizas, puede dejarte bastante lejos de tu posición inicial si no vigilas bien por donde caminas. Afortunadamente, el terreno se mantiene relativamente simple y sin muchos obstáculos para beneficiar la exploración por sobre el movimiento en plataformas.
Hablando de la exploración, este es obviamente el punto fuerte de la entrega. En primer lugar, tiene como aspecto esencial la recolección de desechos en estos ecosistemas que, de manera similar a la obtención de anillos en Sonic o monedas en Mario Bros, eleva tu puntuación sustancialmente. Adicionalmente, esta mecánica entrega una clara ruta para orientar a tu personaje en esta aventura. Sin embargo, a diferencia de las dos franquicias mencionadas, donde obtener estos coleccionables puede otorgarte vidas extra y otras recompensas, no hay un estímulo más allá de la puntuación para recoger estos desechos. Dicho eso, no deberíamos pedir recompensas por limpiar el medio ambiente, así que el juego me ganó la batalla moral.
El estudio de especies

Aquí llegamos al corazón de Metaverso Antártico: el registro de especies durante la exploración de los ecosistemas. Como protagonistas de esta aventura, tendremos el deber de recorrer siete ambientes, incluyendo la base, espacios de roqueríos, de hielo y submarinos, mientras realizamos registros de los animales habitando los mismos y obtenemos muestras que son parte de este ambiente.
Al encontrarnos con diversas especies del territorio antártico, tales como el pingüino Papúa o el Petrel Gigante, tendremos que escanear ejemplares para obtener datos como su tamaño, longevidad y grado de extinción. Mientras más animales alguien pueda escanear (de la misma especie), obtendrá una puntuación mayor al abandonar un ecosistema para avanzar al siguiente, llevando consigo el conocimiento adquirido. Este ejercicio también aplica para ciertas plantas presentes en el lugar, de las que tendremos que obtener muestras y tener cuidado de no pisar, porque podría costarnos puntos.
Un detalle muy interesante de este proceso de exploración es el descubrimiento de bitácoras de otros científicos que podemos encontrar a lo largo de este mundo abierto. Estas son representadas por destellos de luz, a los que, si te acercas lo suficiente, proyectarán el holograma de otro investigador como tú, que revelará datos esenciales de este futuro marcado por el cambio climático, del ecosistema antártico y de las especies que te rodean.
Para cualquier entusiasta de la investigación científica, este aspecto de jugabilidad basada la exploración y recopilación de datos puede ser realmente interesante y agradable de ejecutar. Sin embargo, tal como en el punto de la recolección de desechos, un jugador puede quedar con la sensación de que todo el constante registro de ejemplares de la misma especie podría incluir la entrega de más elementos de jugabilidad que te inciten a recorrer otras partes del mundo abierto, más allá de la obtención de conocimiento extra.
Metaverso Antártico: conclusiones

El videojuego producido por XR-Labs es una propuesta sumamente ambiciosa, que realmente pone todos sus elementos al servicio del aprendizaje, la expansión del conocimiento científico y la protección de nuestro ecosistema antártico.
Según afirmó el director del proyecto y director de los XR-Labs, Víctor Fajnzylber, este juego tiene como objetivo a mediano plazo “convertirse en un laboratorio de experimentación transdisciplinar, que imagine nuevos enfoques sobre cómo acercar la ciencia a la sociedad mediante lenguajes audiovisuales“, una proyección que le daría un enriquecedor aspecto de comunidad científica a este metaverso más allá de quienes colaboraron para su producción, pero que aún debemos esperar a ver cómo será ejecutada.
Su gameplay, si bien tiene una clara simpleza en su diseño, es lo suficientemente servicial para que la exploración del mundo abierto a través del “plataformeo”, el registro de especies y la revisión de bitácoras sea un proceso agradable e interesante para el jugador.
Dicho todo esto, creo que es importante recalcar que la jugabilidad pudo hacer más para que la experiencia fuera más enriquecedora no solo a nivel intelectual, sino también en el ámbito de entretención.
Tras este análisis, junto con recomendarlo a los amantes de la naturaleza, la fauna chilena y la concientización sobre el cuidado del medioambiente, me gustaría darle a Metaverso Antártico un 6.1 de 10.
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