Los videojuegos han nacido, pero ¿cómo se han vuelto el medio con más ganancias a nivel mundial? Para ello, primero tuvieron que conformar su industria. Si te da curiosidad saber quiénes estuvieron detrás de la construcción de este medio —tal como lo conocemos hoy— y qué videojuegos fueron los que lo masificaron, quédate, porque eso es justo lo que exploraremos en este capítulo de su historia.
Retomemos donde lo dejamos: videojuegos antiguos, mentes creativas y muchas posibilidades de las nuevas tecnologías en los 60. Si leyeron el capítulo anterior (y realmente espero que lo hicieran), en este continuaremos cronológicamente explorando los desafíos y la creación de la industria de entretenimiento que mueve más dinero en la actualidad.
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Los primeros videojuegos de la historia: ¿Cómo estaba la industria de los videojuegos de cara a los 70?
Los videojuegos como Tennis for Two, OXO o Spacewar! eran, en gran parte, experimentos; obras artísticas de sus creadores que buscaban más que nada demostrar las posibilidades de la interacción con el medio. Científicos, profesores y estudiantes, el círculo se cerraba ahí. Ellos eran tanto los desarrolladores como los consumidores de videojuegos.
Estas personas, que se encargaron de crear el medio, nunca se plantearon sus creaciones como una forma de conseguir beneficios económicos. Y si lo hicieron, nunca llegaron a concretar sus planes.
Para esos años, los videojuegos eran el nicho dentro del nicho: el público general estaba muy lejos de las inmensas y carísimas computadoras necesarias para ejecutar estos programas. Lo más parecido al medio en ese momento eran las atracciones mecánicas de feria o juegos electrónicos como el pinball. Por lo que fue necesario hacer llegar este nuevo medio de entretenimiento a las masas y observar si llamaba la atención.
Galaxy Game: El primer juego de Arcade de la historia
Recién en 1971, usando una versión del aclamado Spacewar!, los estudiantes de Stanford Bill Pitts y Hugh Tuck crearon Galaxy Game, reconocida como la primera máquina recreativa de la historia.
Inspirados por los videojuegos que vinieron antes, fueron de los primeros en ver las posibilidades explotables si mezclabas la adicción de los videojuegos con la rentabilidad de las máquinas tragamonedas. Era una oportunidad lucrativa que no podían dejar pasar.
Con este propósito en mente fundaron su compañía Computer Recreations Inc. y comenzaron el desarrollo de su videojuego.
La máquina consistía en un ordenador PDP-11/20 y una pantalla Hewlett Packard 1300A. ¿Por qué mencionar las especificaciones? Para discutir el precio: 20 mil dólares fue la inversión que estos estudiantes hicieron en su proyecto, más de 150 mil dólares actuales. Actualmente, el valor en pesos chilenos es aproximadamente 150 millones de pesos.

Para poner a prueba su costosa invención, Pitts y Tuck la instalaron en un bar cercano a su universidad. Allí no se demoró mucho en cosechar el éxito. Las grandes colas de gente que esperaba para probar la arcade obligó a sus creadores a dar vida a un segundo modelo que contaba con cuatro pantallas, permitiendo a ocho jugadores a la vez. Aun así, todo lo bueno tiene un final, y Galaxy Game lo vio en 1979 cuando algunos de sus componentes electrónicos comenzaron a fallar. Su historia no terminó ahí: en 1997 fue restaurada y donada a la Universidad de Stanford, posteriormente en 2010 se trasladó a la sede central de Google.
Esa fue la primera recreativa de la historia, también uno de los primeros intentos de lucrar con este medio. Las largas colas y la popularidad de la máquina le dieron la razón a aquellos que soñaban con convertir este medio en la forma de ganarse la vida. Spoiler: Pitts y Tuck no fueron los únicos que lanzaron una máquina al público ese año.
La primera máquina producida en masa: Un comienzo para la industria
Tan solo unos meses después, un par de amigos que apuntaban mucho más alto que una sola máquina en un bar. Un par de prioneros que entrarían en escena: Nolan Bushnell, estudiante de la Universidad de Utah, y su amigo Ted Dabney. Obviamente también inspirados por Spacewar!, desarrollaron Computer Space, un videojuego que quizá no es tan conocido, pero que fue la base de una compañía que revolucionaría el medio para siempre.
A diferencia del ejemplo anterior, Bushnell y Dabney desarrollaron su juego con componentes electrónicos simples. Al ser los componentes básicos, podían armar la máquina desde cero, lo que evitaba comprar una computadora ya armada, que en esa época era extremadamente caro.. Tal fue el ahorro de esta inversión, que el costo final por unidad era solo de 100 dólares. La construcción en masa ahora era una posibilidad.
El juego era sencillo, como todos en la época. El jugador tenía 100 segundos para derribar platillos voladores con una navecita espacial. Si superabas la puntuación objetivo te daban otros 99 segundos para seguir jugando. Gracias a un acuerdo con la empresa Nutting Associates de juegos electrónicos se logró la fabricación y distribución de las máquinas, esto mientras Bushnell y Dabney conservaban la propiedad intelectual y un porcentaje de las ganancias. Un trato ideal.

La máquina era diseñada en varios colores y tenía un aspecto futurista. Todo habría sido perfecto y un gran éxito de no ser por un par de cositas: la complejidad de los controles obligó a Bushnell a escribir un manual de diez páginas. Así es, diez páginas para jugar poco más de un minuto, algo que fue criticado por jugadores y dueños de locales. Por esto, el juego nunca llegó a las 1000 unidades vendidas.
La tarea era sencilla: si Bushnell quería que un siguiente juego suyo tuviera éxito, tenía que ser más fácil de jugar. Pese a que Computer Space no fue un éxito rotundo, siempre será la primera máquina recreativa en ser producida en masa.
El origen de Atari
Bushnell y Dabney tenían un nombre por el que eran reconocidos en el sector empresarial: Syzygy. Cuando las cosas se pusieron serias y decidieron registrar el nombre, descubrieron que ya estaba tomado. Debían buscar otro nombre que los representara, uno con el que legalmente pudieran llevar sus juegos al público. Barajaron varias posibilidades, pero finalmente dieron con el correcto: uno proveniente del juego japonés Go que además era fácil de pronunciar: Atari.
Con la lección aprendida de Computer Space y ahora rebautizados como Atari, era tiempo de crear un nuevo videojuego, uno que sí lograse hacer conocida su marca y conquistase al público general. La inspiración para su siguiente juego vino de parte del curioso experimento que Ralph Baer creó junto con Magnavox.
La idea de una máquina con juegos interactivos para una televisión estaba en la cabeza de Baer desde 1951, pero no fue hasta 1966 que, con financiación y apoyo, comenzó a crear prototipos. Años más tarde crearía la “Caja Marrón” (Brown Box). Este dispositivo consistía en una caja de madera llena de circuitos sencillos que permitía ejecutar algunos juegos rudimentarios.

La primera consola de la historia
Baer y su equipo fueron de puerta en puerta con los fabricantes de televisiones de esos años, y finalmente tuvieron suerte cuando Magnavox les abrió sus puertas en 1971. Así es, el mismo año que Bushnell empezaba a hacer de las suyas.
Aquí se conectan ambas historias, pues la Magnavox Odyssey, como finalmente se llamó la creación de Ralph Baer, contó con doce juegos dentro del aparato y fue lo que sería la primera consola de videojuegos de la historia. Uno de ellos era un muy básico simulador de tenis, si es que así podría llamársele a dos puntos blancos a cada lado de la pantalla con un cubo pequeño que iba de un lado al otro, pasando sobre una línea blanca que dividía la pantalla.

Pong: el éxito que comenzó una industria y gatilló una demanda
Aquellos que se hayan hecho una imagen mental se estarán preguntando: ¿eso que acaba de describir no es Pong de Atari, uno de los videojuegos más míticos de toda la historia? No. Es Tenis, de la Odyssey.
En Atari, Bushnell le encargaba a su nuevo empleado, Allan Alcorn, el diseño de su nuevo videojuego: un juego de tenis para dos jugadores donde cada uno controla una vara que representa una raqueta, haciendo rebotar la pelota para anotar un punto al rival. ¿Diferencias de este juego con el de la primera consola de la historia? En Atari las raquetas eran líneas; en Magnavox, cuadrados, y Pong podía mostrar el puntaje de los jugadores en pantalla. Paremos de contar.

Un prototipo del juego se instaló en un bar en California en septiembre de 1972. Con jugadores acudiendo solo para probar el juego, en pocos días la máquina se desbordaba de monedas, probando así el potencial de la recreativa.
La simplicidad del juego llegó a un público mucho más amplio que el pasado Computer Space. También era sumamente adictivo, permitiendo la masterización de las mecánicas gracias a una curva de habilidad que aumentaba con el aceleramiento de la pelota a medida que pasaba el tiempo.
Tal fue el éxito comercial de Pong, que Atari se vio desbordada de pedidos, siendo estos muchos más de los que podía producir. Para finales de 1973 ya se habían vendido más de 2,500 unidades de Pong; en 1974 ya eran más de 8,000 máquinas instaladas en bares y salones recreativos.

Finalmente, gracias a Atari, y en específico a esta máquina, los videojuegos lograron salir de los campos universitarios y se adentraron a explorar un público más masivo, completamente desconocido para estas maravillas de la tecnología. Ahora los videojuegos se plantaban como una propuesta de negocio rentable, y fue el primer paso de Atari para convertirse en el líder de una industria que apenas comenzaba.
Después de este éxito, Pong fue responsable de pavimentar el camino para el auge de los arcades que dominarían como una de las formas de entretenimiento más populares de los 70 y 80. Pero ¿no estamos olvidando algo?, oh sí: la descarada copia al juego de la Odyssey. Como era de esperarse, Magnavox no se quedó de brazos cruzados y, viendo que además Atari no había patentado Pong a tiempo, hicieron que le cayera una demanda a Bushnell y compañía.
El conflicto no duró mucho, y ambas compañías lograron resolver la demanda fuera de los tribunales, consiguiendo que Atari siguiera comercializando el juego. Aun así, Pong no fue la única idea triunfadora que Magnavox inspiró en Atari.
Más de 500 juegos: Cómo la Atari 2600 se tomó el mundo
Bajo el nombre clave “Stella”, en 1975 la compañía de Bushnell empezaría a cocinar una máquina que terminaría de cimentar a Atari como la líder de la industria de los videojuegos por varios años. Con el objetivo de llevar los juegos de la compañía a los hogares de los jugadores, con una arquitectura basada en cartuchos ROM intercambiables y con un microprocesador MOS Technology 6052 que la hacía más asequible, la flamante consola Atari VCS(posteriormente Atari 2600) salió a la venta en Estados Unidos en octubre de 1977.
Lo que sigue del artículo son puros cumplidos y flores para la consola de Atari, pero antes de eso es necesario mencionar el trabajo de Jerry Lawson. Antes de la invención de los cartuchos ROM por parte de Lawson y su equipo para la consola Fairchild Channel F de 1976, los videojuegos estaban limitados a estar fusionados con el hardware de las consolas o las recreativas. Sin el trabajo de Jerry Lawson, nunca se habría explotado el potencial de diferentes juegos para un mismo sistema: el estándar que hoy permanece.

Habiendo hecho honor al creador de los cartuchos de videojuegos, podemos seguir con la historia de la hija de Atari. Con un par de joysticks que se volverían icónicos con el paso de los años y la posibilidad de conectar mandos del tipo paddle para juegos como Pong, la 2600 se lanzó con un precio de 199 dólares, más de 1,000 dólares hoy en día si se ajusta a la inflación. Con ese valor, no hace falta mencionar que el precio de esta consola era más que un lujo para los pocos que podían permitírselo.
Si bien es algo establecido el éxito que fue “la Atari“, un dato curioso es el lento despegue que tuvo la consola en las estanterías entre 1977 y 1978, debido al desconocimiento del público sobre la posibilidad de jugar a más títulos que Pong en el dispositivo, algo que pilló por sorpresa a los jugadores de la época.
Atari tuvo que esperar hasta 1979 para que ports de juegos conocidos, como el famoso Space Invaders, llegasen a la consola. Fue en ese momento cuando la 2600 empezó a volar de las tiendas, alcanzando la cifra del millón de unidades vendidas. En los siguientes años solo fue a mejor, y en 1982 llegó a la asombrosa cantidad de 10 millones de ventas solo ese año.
Cientos de juegos encontraron su hogar en el sistema de Atari, tanto conversiones de arcade como juegos originales. ¿Quieren algunos ejemplos?



Aunque los cartuchos ya habían sido probados originalmente en la olvidada Channel F, la 2600 fue la consola que trajo la diversión de las arcades a los hogares de muchos jugadores, siendo una de las consolas más recordadas y emblemáticas de su tiempo. Pero ya es suficiente de la propaganda yankee: si bien tanto Atari como muchos grandes desarrolladores moldearon la industria en Occidente, estaban listos para entrar a la revolución de los videojuegos. En nuestra próxima entrega, será hora de abordar lo que estaba sucediendo en Japón.